jueves, 30 de octubre de 2008

CONFESION

Cometí un gran error. Ahora lo sé pero ya es tarde. Estoy muerto y no puedo remediarlo. Aunque puedo afirmar con certeza que fue aquel hecho el que me trajo al infierno. Es irreparable, el mal que hice en vida me perseguirá por toda la eternidad.

Recuerdo con exactitud el minuto en el que tomé la decisión, sin saberlo, de cambiar mi destino. Ahora lo sé pero ya es tarde. Recuerdo la sonrisa macabra que se dibujó en mi rostro al ejecutar mis planes. También recuerdo su cara…pobre infeliz. Entienden ¡pobre infeliz! No se negó. Ni siquiera deja de hacerlo, ahora que sabe que estoy muerto.

Todo comenzó hace unos veinte años, cuando la vi por primera vez en el parque. Me deslumbró. Sus infinitas piernas hicieron que me ahogara en mis propios deseos. Ella tenía que ser mía. Sólo mía. Únicamente mía. Y sería mía. Utilicé toda clase de recursos para conquistarla. Gasté gran parte de mi fortuna en ella y la muy... me rechazaba. ¡Me rechazaba! ¡A mí! Hablaba de amor, la desgraciada. ¿Amor? Tarde o temprano sería mía, de eso no dudaba. Diez mil pesos pagué por su ultraje. Una y otra vez. Llegó llorando a mí. Desesperada. Embarazada. Abandonada. Nos casamos. Fue mía. Era mía. Más tarde, cuando el vástago nació, se alejó. Me rechazaba nuevamente. ¡A mí, su salvador! Me hacía a un lado por un mocoso ¿Comprenden? No justifico lo que pasó después pero era inevitable. El niño se entrometió. No tuve más remedio. Ella no entendió que todo fue por nuestro bien. La miserable me amenazó con denunciarme. ¡A mí! No me dejó alternativa. El camino más fácil hubiera sido matarla pero la quería. Busqué otra solución. ¡Pobre infeliz! Aceptó…por miedo. Me tenía miedo. Todavía, me teme. La declararon demente. Las pastillas que le suministró la dominaron. Aún la dominan.

María Cecilia Tijero

2 comentarios:

ceci dijo...

ceci muy linda la historia, llevadera la narracion, él cómo la contaste, y me parecio que fue un final habierto en el que yo como lector podria inventarle o fantasear con otro final.

Anónimo dijo...

me gusto la historia, aunque me quede con ganas de otro final. muy buena la idea de narrador que elaboraste, el hecho de contar la historia desde más alla.
de Andrea Rolón