Belinda, massibelli, se disporsi para adicur a su ruffioc. Arriba, se entasi despreocupada, pensando en el appuntamento de la onchen.
Tono sobre tono y las manos del ruffoic, la reinventan de nuevo. Massibelli, espléndida, sale a la calle y camina , se impapa del aire fresco,y sospira libremente.
¡Oh veellu! ¡mentencial – torre!- ¡No, no es posible!.
Belinda, ada- angusti, llama un taix, no responde, llama otros y…..no responden.
Poco a poco su look, va- jesal, se taplosa, pentagonoso y su tono sobre tono gocholaba sobre su remera de modal, blanca venus.
Belinda, apresura el paso. Nunca jamás le pasó tal percenca. Y entre la breduncena , que caminaba presurosa , sintió una mirada. ¡No puede ser! ¡Es el chamucho de la cita de la onchen!
Alicia .L.Alarcón
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3 comentarios:
Lili, me mató el tono sobre tono que gochalaba, me hiciste acordar a mi adolescencia, que se usaba un tal taniminut o algo así, que nos daba un bronceado genial, pero era mejor ni transpirar, de ser así nos desteñíamos todas y para cuando nos encontrábamos con nuestras citas parecíamos unas cebras.
Me gustó el cuento, me resultó ágil a la lectura.
Me encanta como una situación tan sencilla (cotidiana) se va convirtiendo en una situación literaria.
(Apreciación personal: modificaría el uso de vocablos extranjeros, pues, a mi parecer no son palabras inventadas)
M. Cecilia Tijero
MARÌA BRAMBILLA
Que bueno me encantò la descripciòn sobre la dama su blusa blanca .
¿Dònde la habrà comprado?
Me la imagino super bella, es ante todo creativo . Felicitaciones LILI
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