miércoles, 10 de septiembre de 2008

“Quiero un enlitex”

Ellos están ahí, en el lugar que les corresponde. Mario como todo niño curioso toma uno y lo ojea. Como recién está aprendiendo a leer en el jardín, solamente mira las imágenes y adivina lo que supuestamente dice en el texto. En un momento, la imaginación lo lleva a un mundo mágico, imagina historias de caballeros peleando por una princesa, extraterrestres que vienen del cielo en busca de humanos, historias de héroes que salvan la vida a personas buenas…
A partir de acá él crea un mundo distinto, un mudo que le pertenece y al que él pertenece. Lo primero que se inventa es un nombre y crea su propio lenguaje:
-Yo, Eredu, como todo curlec ojmir obsermiro todos los enlitex que hay en el lugar por curlec y otras porque la señorita narra historias. Pero lo que más me divierte es ojmir las imágenes y así adivinar lo que supuestamente dice el texvocon. Pero lo que me rapa la atención es un enlitex que nadie consulta. Este enlitex está en la primera fila, siempre en la misma posición, tiene un poco de tierra y telarañas, un lomo pasuelo, tapa padura y muchas páginas pachulas. Sin embargo, hay algo que me intriga. Quiero saber por qué a uno, ningún curlec lo consulta. ¡Le tendrán miedo! ¡Cómo le van a tener miedo si es simplemente un enlitex! aunque en los pasillos se comenta que cuando se arma ripea, él es el único que pone orden con su voz combrosa.
Ya estamos en el mes de Diciembre y como todos los años la señorita nos ayuda a escribir la cartita a Papá Noel. Todos los chicos están alborotados y comentan lo que le gustaría que les traiga. La mayoría de los varones piden pelotas, autos de colección, camiones, bicicletas, videos juegos… y las mujeres muñecas, juegos de mesa, pinturitas…Pero yo soy distinto, no me interesan esas cosas.
Mario salió del colegio y comenzó a armar el arbolito de navidad. Luego de terminar colocó en la mesita su cartita con anticipación. Cuando uno de sus padres vio que su hijo había dejado la carta, abrió el sobre y leyó lo siguiente: Querido Papá Noel: como todos los años te pido juguetes y ya tengo millones, te quería pedir si me podías traer un enlitex como el que está en la sala que vamos con la señorita. Firma Eredu. El padre asombrado de lo que había pedido su hijo y de cómo había firmado la carta, se lo contó a su esposa y empezaron la búsqueda, no precisamente del enlitex sino de un psicólogo.
Llegó el día más esperado para Mario. Como nunca se levantó temprano y lo primero que hizo es ir haber si Papá Noel ya había pasado. Miró hacia la mesita y vio un paquete que le llamó la atención porque era muy pequeño. Se acercó, rompió rápidamente el papel y se llevó una gran desilusión al encontrar un auto de colección como todos los años y no lo que el había pedido. En ese instante, sus ojitos se llenaron de lágrimas y culminó con un gran llanto porque fugazmente su mundo mágico desapareció…
- Nadie comprendió mi mensaje… yo solamente quería una enciclopedia literaria de textos.

FIN


Sabrina Mellera

5 comentarios:

claunaje dijo...

Sabrina, lo único que me sale decirte en este momento es que TE ENVIDIO!!!!!!! Me encantó.
Te cuento que me tomé el atrevimiento de copiarlo para mandárselo a mis hijos, porque soy de las que trata de mantener en mi familia la ilusión o expectativas que genera la llegada de papá Noel, y aunque no lo creas ellos por lo general pedían libros de cuentos (aún de grandes) sólo que ahora esos cuentos se transformaron en novelas, biografías, otros.
GRACIAS!!!!!
PD si gramaticalmente hay algo para corregir, ni me fijé.
Claudia Nájera

Anónimo dijo...

Me gusta el juego mágico de la lengua inventada por Mario. Además del manejo para dar pistas imperceptibles sobre cuál es el objeto de su agrado.
(Apreciación personal: encuentro el relato un poco entrecortado y no me cierra el hecho de que Mario haya escrito de esa manera su carta pues no condice con el inicio, recién está aprendiendo a leer en el jardín. A mi modo de ver el habla -léxico- utilizado es muy "avanzado" para la edad que se refiere)
M. Cecilia Tijero

Anónimo dijo...

Me gusto el inicio, comenzar un cuento poniendo como excusa el pensamiento de un niño, yo cambiarçia su forma de hablar , pero me encanto el final que es cuando el lector descubre lo que el niño queria.

Anónimo dijo...

MARÌA BRAMBILLA

Me pareciò muy tierno tu cuento es tan màgico ,inocente lo que màs me gustò es el final sorprendente Muy bueno

monica wooley dijo...

Sabrina,me gusto mucho tu cuento.el pincipio me parece muy atrapante,y en el final me rei mucho por la confusion que se habia presentado.me encantaron las palabras inventadas.Mónica