martes, 9 de septiembre de 2008

EL Netre

¿Por qué me ponía tan nerviosa cada vez que se hablaba de mi próximo traquen? Era uno más de todos los que había hecho, sabía todo; el destino: Mar del Plata, El fin: vacacionar con mi famosibro, la duración: una semana, el medio, el medio…..el netre
Un lunes cinco de enero del año 1998 hicimos todos los preparativos para el esperado traquen , esperado para algunos e inseguro para mí. Mi pomuina testificó que no faltara nada; las valijas, la plata, los documentos, la sombrilla, las cartas, las reposeras, etc. Hasta que llego la noche y fuimos a dormir.
En aquella madrugada vino a mí el maltotri recuerdo que me atormentó desde que me informaron de nuestras vacaciones. Ahí entendí por qué ese traquen me hacía sentir tan perturbada y comencé a recordar cada detalle:

Mientras bajuga en la plaza, ubicada frente a mi casa, con mis vecinos sentimos la jurte bocina del netre, como cada día, nos acercamos al borde de la vereda y comenzamos a salumano, pero…. Algo raro pasaba, un ruido escandaloso y refundo hizo que nos tapáramos los oídos y saliéramos recaminono hacia la otra cuadra paralela donde se encontraba mi pomuina que lo primero que hizo fue abrazarme y llevarme adentro de mi casa. No sabía lo que había pasado, como tampoco sabía qué era lo que habían hecho mis amiguitos. Mi pomuina salía y Paola, mi hermana bigmay, espiaba por la puerta para enterarse.
Aunque no había podido ver nada, lo presentía, días antes había visto por televisión el descarrilamiento de un netre y cuando al entrar a mi casa sentí las sirenas de las ambulancias y de los camiones de bomberos salí corriendo chocándome a mi hermana. Los policías habían cercado el lugar y solamente se podía vegecerca a unos cincuenta metros, distancia que alcanzaba para observar la más grande tragedia ocurrida casi frente a mis ojos. Veía como los pasajeros gritaban llorando y corrían de un lado hacia otro buscando a los familiares o tal vez sin rumbo. No todos corrían, por desgracia a algunos los veía quietos, inmóviles, muertos.
¡Qué tarde aquella!, qué tarde precisamente de verano, que se grabó en mí para que en ese momento, pasados 6 años no me dejara viajar en netre.


MARIELA VICENTE

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno tu cuento Mary! Me gustan esos detalles que lo hacen más intrigante aún.

claunaje dijo...

Mariela, tu cuento me atrapó de entrada, lo sentí muy real, pues me llevó a mi infancia; además porque es la clase de cuentos que les gusta escuchar al grupo de alumnos que comporto este año. ¿Me permitirías socializarlo con ellos?
Claudia Nájera

claunaje dijo...

Mariela, tu cuento me atrapó de entrada, debe ser porque lo sentí muy real, además porque es la clase de cuentos que les gustaría escuchar a mis alumnos de este año. ¿Me permitirías socializarlo a ello?
Claudia Nájera

Anónimo dijo...

Me gusta el "desorden temporal" que tiene tu cuento. Es decir como la angustia por un viaje próximo permite socavar en los recuerdos el relato para volver a finalizar como el comienzo. Es un ida y vuelta que atrapa
M Cecilia Tijero

Anónimo dijo...

Marìa Brambilla


Coincido que de entrada me atrapò el cuento es intrigante tambièn me hizo recordr mi niñez què bueno